La voluntad de quemar la propia creación en el discurso biográfico barroco: modulaciones morales y paródicas

Resumen

Que el poeta en los aposentos mortuorios ordene que sus versos sean entregados a las llamas es un topos incitado por los primeros biógrafos de Virgilio. La escena no busca sólo justificar la inquietud virgiliana por tener que dejar inconclusa la Eneida. Precisamente las diversas modulaciones e interpretaciones de la voluntad de destruir la propia creación permiten transferir el topos a múltiples creadores de la Edad Moderna, incluso a aquellos que han difundido sus escritos a través de la imprenta. Además del prestigio que confiere la emulación del gesto virgiliano, el relato permite mostrar la exigencia de perfección formal, la profundidad intelectual o la dimensión ética de los creadores. Los primeros biógrafos de Giovan Battista Marino (Giovan Battista Baiacca, Girolamo Preti) y de Vicent Garcia (Manuel de Vega) se valen del topos para justificar el sensualismo y la lascivia de algunas de las mejores composiciones poéticas del Barroco, en tanto que poemas habrían sido supuestamente difundidos contra la voluntad de sus autores. Pero el deseo de destrucción de la propia obra también admite el distanciamiento irónico, cuando el relato maximiza la trascendencia de la quema, la lleva hasta el absurdo o exhibe los errores de los albaceas en la ejecución de las intenciones del autor.